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Sobre el verbo "dejar" mientras viajo


Leyendo diferentes cosas, publicaciones, viendo vídeos en TED y divagando en la inmensidad e inconmensurabilidad de internet  me encontré con uno de esos textos interesantes, porque es poco lo que se ve de interesante por internet. llamado "Escribir sin pensar" y que está basado en el libro "El gozo de escribir" de Natalia Goldbler.

Esto me pasa muy seguido, diría todo el tiempo,  perderme en el vacío de internet y, de vez en cuando, encontrar algo valioso. Hoy quiero hablar de un palabra, de un concepto, de una idea que me pasa cuando viajo. Que me pasa ahora.

Me llamó la atención algunos de los items que esta persona enumeraba, que contaba en este resumen. Leí algunos pero uno de ellos, aunque me pareció simple, no deja de ser interesante y sumamente aportativo (creo que acabo de inventar esta palabra) me gustó más para este momento.

La sugerencia que me gustó, me atrapó, me motivó a escribir fue: "Escribe sobre el dejar. Un divorcio, dejar un trabajo, etc". Decía su consejo y fué así que leyendo esto me pareció bien que hablar sobre el dejar sería bueno, y más ahora que llevo más de un año viajando.

Escribí en google para ver qué me decía sobre el concepto "dejar" y encontré esto:

1."Poner o colocar a una cosa en el lugar o de la manera que se desea, le corresponde o le conviene".

2. "Separarse o alejarse de una persona o cosa, temporal o definitivamente".

Y no da más posibles significados. Pero yo sí le encuentro  muchos más.


Foto de: snapwidget.com

Creo que el verbo "dejar" me persigue o yo lo persigo a él desde casi trece meses, fecha en que salí de Buenos Aires. Dejar, por unos meses, de ver a mi familia, a mi perra, a amigas, a parientes.

Dejar de dormir en la misma cama por un tiempo indefinido e incontrolado.

Dejar de ver los días similares o muy parecidos para pasar a ver la rutina del viajar. Dejar de soñar en viajar para viajar.

Dejar de bloquearme mentalmente  a la hora de empezar a escribir un texto para la maestría en Periodismo para bloquearme al momento de escribir un post sobre algo que me pasa mientras viajo.

Dejar, dejar, dejar. Puedo hablar de muchos "dejares". Como cuando dejo una casa donde me alojan y me estreso en encontrar otra por otros dos o tres días sabiendo que se repetirá el procedimiento anterior.

Entonces en el dejar están enmarcados diferentes significados y acciones al mismo tiempo. Y por eso mismo me llamó la atención ese verbo. Porque todo el tiempo estamos dejando, desde el momento que nos levantamos, cuando dejamos la cama hasta cuando nos volvemos a dormir.

Me hace acordar a otro verbo al cual asocio: decidir. Son casi sinónimos, de algún modo. Porque cuando decidís dejás de lado una cosa por otra.

Si alguien me preguntara en estos momentos que quisiera dejar para no llevar más, lo primero que se me viene a la mente son las mochilas. El peso de todos estos meses, y eso que regalé ropa y  libros, se ha notado mucho y sobre todo en mi espalda que me pasa facturas  permanentemente.

 Por el contrario, si quisieran saber que no quiero dejar, diría  los recuerdos, momentos y las experiencias vividas del viaje. Hablo de los buenos, que son muchos. No quiero dejar de recordar las anécdotas como cuando estuve enseñando inglés en la selva de Guatemala como voluntaria o de haber hablado más de tres horas italiano con dos chicos que eran pareja y que me trajeron a la vuelta de Chichen Itzá cuando estaba haciendo dedo a la salida de las ruinas.

 Foto de Pinterest: Francisca Araya Orellana  


Foto de Pinterest


Me resulta más fácil, más "flow", esta palabra está de moda y significa "dejarse llevar", escribir sobre conceptos, ideas, sentimientos encontrados que tengo,  que sobre relatos, diarios de viaje o consejos típicos . Dejarse llevar son dos palabras que me parecen opuestas si tenemos en cuenta el significado por separado de cada una de ellas. Dejar es separarse y llevar es mover, traer.  Entonces son antónimos,  las dos palabras juntas significan,  desde mi percepción, ir con la corriente, no pensar tanto,  Y eso es lo que no me pasa.

No me pasa porque siempre estoy pensando, analizando, viendo situaciones y decidiendo, el viaje en sí te lleva a eso. Pensar cuál va a hacer tu próximo paso.Y "dejarse llevar" es todo lo contrario, es que el río te lleve, es ir al compás de una canción que te gusta y que te relaja y que no te das cuenta cuando termina. Es no decidir sino que algo decida por vos. Es entregarse. Es conceder tu tiempo y tu cuerpo al universo. Y eso no me pasa. "Dejarse llevar" son dos palabras contradictorias.


Foto de Pinterest: Agus Gonzalez


Últimamente, más precisamente ayer, dejé un hostal donde hacía un intercambio: alojamiento y desayuno por trabajo de recepción. Sentí que lo dejé y así fue literalmente. Sentí que estaba haciendo algo que no quería, me sentía obligada a levantarme temprano y cumplir varias horas diarias, en la cual también podría escribir, pero no eran mías totalmente. No me sentía libre.

Creo que me identifico más con el dejar que con el opuesto. Experiencias, anécdotas, algún aprendizaje en estos meses de viajes. Sí, claramente me identifico con el verbo "dejar".  No hablo de dejar en el sentido de abandonar. No. Dejar algo. Momentáneamente. ¿ O a alguien? ¿A quien? Nadie nos pertenece ni yo le pertenezco a nadie, sólo podemos elegir. Mi naturaleza  inconformista y "seguí para adelante" me lo recuerda a diario.

 No por eso no dejo de pensar tampoco en que podría estar en ese otro lugar con esa gente, mi gente. Pero después recuerdo que estoy acá porque fue mi elección y que no tengo nada que reprocharme o culparme. Que nadie me debe nada ni yo le debo a nadie.

Y entonces viene otra expresión "dejar de ser". No quiero dejar de ser quien soy para complacer. Sí puedo ayudar, si así lo creo y me hace sentir mejor lo haré.

Tampoco dejo de pensar en cosas que me preocupan  y que tengo guardadas.

Si es algo que quiero dejar de hacer es de distraerme. Dejar de desconcentrarme para concentrarme en una sola cosa. Sí, me cuesta mucho eso pero lo voy a lograr.

A veces me pregunto cómo hacer para estar más inspirada pero es ahí justo cuando decido investigar en internet y pierdo, sobre todo, la concentración.  Dejar de divagar sería la expresión.

Y si hablo de algo que me cuesta es de esto: Dejar ir. Encontré en pinterest un cuadro que me gustó y sistematiza, de alguna manera, lo que me pasa:




Foto de: en drogas-no-gracias.com.


Cortar, terminar, soltar, decir adiós, finalizar, liberar-se, desatar-se. Que lindo pero que complicado. Es cuestión de dejar de pensar y hacer.