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La historia del chico-chica


Salí a pasear por Medellín, precisamente estaba en la Alpujarra, que es la plaza principal, al lado de la Plaza Mayor de la ciudad. Serían las 12 del mediodía aproximadamente de un día de semana.
Al cabo de unos minutos, me encuentro con alguien que, aparentemente, me estaba mirando de antes. Digo esto  porque me dijo que yo le había llamado  la atención, aunque nunca dijo por qué.

Enseguida me preguntó por mi nombre y de donde era. Me dijo que estaba viviendo en un lugar donde ayudan a chicos de la calle y que le dan a la comida también. Entonces me preguntó si quería ir con él. Le dije que tenía lugar donde estar. Insistió en que podía ir y enseguida me pregunta si quiero ser su novia.  Le digo: ¡"Claro que no"! y encima me pregunta por qué. Me volvió a preguntar otra vez en unas cuadras más y ya me volvía para perderlo de vista pero al final continué viaje y le dije que no insistiera, que no iba a lograr nada con eso y que me estaba cansando. Se relajó y no dijo nada más.

Noté en esta persona una actitud y una personalidad rara ( aunque ustedes preguntarán por qué, más adelante verán) desde el principio, pero eso no impedía dejar de conversar. Mi curiosidad siempre supera cualquier percance o extrañeza.

Al cabo de unos minutos decido avisarle al couch ( a la persona que me hospedaba) que iba a llegar más  tarde. Quería indagar más sobre el personaje en cuestión . Voy  a la biblioteca para enviar un mensaje y me dice que no había nadie más en la casa a la que pudiera dejarle las llaves.Entonces decido ir.

 Esta persona, su inicial empieza con M, me había comentado antes su nombre y dado su mail. Cuando lo busqué en facebook para saber un poco más, no era quien dijo ser. No sólo eso sino que era de otro país totalmente diferente.

Como era evidente la mentira, y enseguida se lo hice notar, me dijo otra mentira, que, por supuesto, no creí. Después de ahí fui al baño. Cuando salí ya no estaba. Había huido tal cual rata.

Pero eso no es todo. En realidad creo que todo su ser es mentira. No tengo nada, en absoluto, en contra de los gays, lesbianas, transexuales o bisexuales. Cada uno elige su vida y, siempre que no moleste al prójimo, me parece bien. M, que es la inicial de su falso nombre, resultó ser una chica.

Como dije, cada uno es libre de hacer lo que le parezca.  Pero lo peor que podemos hacer es mentirnos a nosotros mismos.






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