En estos años que llevo viajando, creo que he reunido cierta experiencia. Como ya he contado varias veces, he pasado cosas buenas y malas, de las malas aprendí más.Antes de estas, confiaba en todo el mundo y me parecía que nada podía pasar.
*Por ejemplo, que no hay que confiar en todo ni en todos.
*Que andar sola de noche, o de día, no siempre es conveniente.
*Que hay que elegir lugares y gente con las que interactuar, no todo es bueno y sirve.
*Que couchsurfing es un muy método para ahorrar en hospedaje pero hay que leer siempre las referencias, aún leyendolas a veces fallan porque no todo es lo que parece ni todo es como dicen que son, también sirve, siempre, tener un sexto sentido.
Ya con ganas de tener nuevas aventuras y visitar nuevos lugares, encontrarme con culturas diferentes, ver algo que me deslumbra o sorprenderme sin esperarlo, escribo algunas cuestiones que me parece hay que considerar a la hora de viajar y sola.
No es lo mismo escribir después de un tiempo de viajar y estando en un lugar quieta que escribir y estar en el mismo lugar y contarlo fresco, como cuando sacás el pan del horno calentito y te lo comés o, en cambio, comés pan desde hace días y tiene otro sabor. Bueno así es escribir después de varios días, por no decir meses de no agarrar la computadora y ponerme a tipear.
Extraño viajar y mucho pero, por otro lado, estaba cansada, y sigo estándolo, de cambiar de lugar a cada rato, de no tener mi lugar, mi espacio. Aún no lo tengo pero voy en busca de ello pero se que será temporal porque se que en un tiempo, no muy lejano, voy a tener ganas de seguir viajando. Claro que los años pasan y con ellos las ganas de viajar de un modo u otro cambian.
No creo que me canse de viajar mochileando con la mochila para todos lados, lo que quizás me canse es de hacer dedo, chupar frío o calor. No me puedo anticipar a los hechos ni hablar de algo que no ocurrió pero con los últimos viajes hechos por el país disminuyeron mis ganas de hacer dedo.
No se si les conté pero en el viaje por la Patagonia, que me llevó casi seis meses (volví nuevamente hace poco al sur) agarré sólo dos colectivos. Me fui hasta Ushuaia haciendo dedo. Sí, por eso me cansé un poco. Fueron miles y miles de kilómetros pero ya volviendo con tantas cosas, dos mochilas y no de viajeros, dos bolsos y una valija con una rueda menos más una cartera, era muy dificil trasladarse. De hecho lo hice en Bolivar pero fue por un episodio particular y estaba fuera de si, ya les contaré en otro momento.
Los tiempos cambian y también las ganas de hacer unas cosas u otras. También la paciencia.
Es hora de descansar, aunque descansar de una manera diferente, trabajando en la docencia, algo que nunca me hubiese imaginado pero como bien dice el dicho " nunca digas nunca". Cuando hablo de descansar me refiero a parar de viajar momentáneamente pero planificando o pensando un nuevo viaje a un corto o mediano plazo.
Un lindo atardecer |
Haciendo lo que más me gusta en Gaiman |
Atardecer en Las Grutas |
Pirámides |
Las grutas |
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